La mayoría silenciosa
Me permito usar
para titular la primera hoja de mi cuaderno de bitácora las palabras
pronunciadas hoy por una ministra del gobierno con la que creo no compartir más
que un nombre de pila poco común. Con ellas Fátima Báñez se refería a una gran
mayoría de personas de „buena voluntad“ que comprenden los sacrificios que se
nos solicitan a los ciudadanos frente a un grupo conformado por aquellos
„resistentes a los cambios“ y, al parecer, ruidosos. Por desgracia, la ministra lleva parte de
razón cuando con esta peculiar pirueta dialéctica busca acallar los ecos de las
protestas que anoche mismo llenaron las calles de varias ciudades de España.
Intenta legitimar el mayor recorte (no el primero, eso ya lo sabemos, ni el último,
eso nos lo tememos) de los derechos
ciudadanos acaecido en democracia mediante el supuesto apoyo implícito que deduce
del silencio de muchísimos ciudadanos que no expresan públicamente su rechazo a
las medidas del gobierno. Ciudadanos que muy probablemente en privado
desbrozarán un catálogo de quejas por todo aquello que les afecta en el día a
día, pero que nunca verbalizarán en público sus opiniones („a mí eso de la
política es que no me interesa“) o simplemente recurrirán a algún lugar común
mil veces oído y repetido („si total, qué más da, son todos iguales“) o, por
supuesto, huirán de toda implicación activa (“¿manifestarse?
¿Para qué?”). En resumidas cuentas, se encogerán de hombros y seguirán
“haciendo su vida”. Lo que en dictadura se llamaba “no significarse” y que
parece haber calado hondo en el ser de nuestra sociedad.
Pues, perdonen mi radicalidad, pero me niego
rotundamente a formar parte de esa
mayoría silenciosa y a ser con ello cómplice de la destrucción de un estado del
bienestar al que no habíamos todavía llegado a cubrir con un tejado y que nos
están dejando ya sin cimientos. Estoy segura de que la palabra no es
suficiente, que la movilización ciudadana se debe hacer en la calle, en los
trabajos, en las escuelas. Así que vaya por delante mi admiración y mi respeto
por todos los que llevan (sin violencia) esa lucha cívica hasta sus últimas
consecuencias, a veces incluso con riesgo de su integridad física, de quien
desde la distancia con su país no puede compartir esas actividades.
Sin embargo, aunque la palabra no es suficiente, sí
es imprescindible para crear una conciencia colectiva y una masa crítica que
impida que nos convirtamos en ciudadanos adocenados. Ya sé que no debemos creer
que hemos inventado la revolución social “tuiteando” desde un móvil en el salón
de nuestra casa. Sin ir más lejos, hace justo hoy 223 años Europa entró en la
modernidad con muchísima menos parafernalia tecnológica aunque, eso sí, con muchísima más sangre (algo nada deseable
pero por desgracia casi siempre repetido).
Pero no por ello vamos a desdeñar la oportunidad única que nos ofrecen
los nuevos instrumentos de comunicación para canalizar nuestra indignación,
multiplicarla y difundirla. Para intercambiar opiniones, compartir análisis y
poner en duda, con rigor y espíritu crítico, los discursos públicos. Para
hacernos oir y, a ser posible, escuchar. Para utilizar nuestra inteligencia,
nuestra ironía, nuestra mala leche, nuestra creatividad o la realidad que nos
rodea para lanzar mensajes que no dejen que nos durmamos y que despierten a los
que están dormidos. Para no vivir narcotizados, ni asustados ni paralizados.
Para que nuestros abuelos no se tengan que revolver avergonzados en sus tumbas
y para que podamos mirar a nuestros hijos a los ojos sin rubor. Vamos, para que
la mayoría silenciosa empiece a hablar. Alto y claro.
Me parece estupenda esta andadura bloggera que comienzas. Enhorabuena por la primera entrada :)
ResponderEliminarGenial, vamos a reflexionar seguro y a luchar sin quedarnos en silencio
ResponderEliminarPues, para ser tu primer blog ¡Felicitaciones! Un análisis que comparto. Siempre habrá una mayoría silenciosa, del "no te metas", pero las atrocidades que está cometiendo el Gobierno Rajoy, están empujando a miles de votantes, entre ellos los del propio PP a la miseria, no sólo hay conservadores ricos. Ya se e3scuchan muchos Yo voté al PP pero no volveré a hacerlo, cuando no alguno que, habiéndolo votado, lo niega, por no pasar vergüenza. Y es un sentimiento que crece por minutos. Soy optimista respecto que podamos los españoles, hacer torcer el rumbo. Creo que realmente se arriesgan a una revolución donde podrían perderlo absolutamente todo: La Huelga General y la marcha de parados dirán cómo sigue la película.
ResponderEliminarMe identifico con el contenido de la primera página del cuaderno. No soy, como creo que la mayoría de la ciudadanía, partidario de la violencia. Sí creo en la "revolución social", sin derramamientos de sangre -tenemos el reciente ejemplo de los egipcios en la Plaza Tahrir, así como los tunecinos, los cuales, pacíficamente, frente a los provocadores aferrados al poder, han conseguido un cambio importante en sus países-, demostrando al gobernante de turno que, por mucha mayoría que haya conseguido, no puede arrasar unos derechos adquiridos con el esfuerzo de todos a lo largo de muchos años. Espero, y deseo, que el espíritu plasmado en tu blog alcance a esa mayoría silenciosa y reaccione de forma contundente ante la manipulación y desinformación gubernamental. ¡Ánimo!. Un saludo.
ResponderEliminarAqui, no Brasil, acompanho pela Internet e por jornais e revistas a situação na Espanha. O Brasil também não vai bem e a maioria é mais silenciosa que a da Espanha, apesar das eleições municipais. A diferença aqui é que o governo tem uma poderosa máquina de propaganda e compra a maioria das opiniões no rádio e na televisão. Minha solidariedade e parabéns pela estréia de seu blog. Carlos Aranha (te seguirei no Twitter).
ResponderEliminarTambién prefiero llamar a estos dietarios, diarios de opiniones, de comentarios, de avisos y de experiencias "cuaderno de bitácora". Bienvenida a la blogosfera un entorno ya clásico para comunicarnos con algo más subtancial que el precioso canto de un jilguero.
ResponderEliminarComparto la opinión reflejada en tu primera entrada.
He llegado a tu blog gracias a twitter, las redes sociales son muy importantes en estos tiempos.
ResponderEliminarAplaudo tus palabras, ya está bien de callar, es hora de tomar la calle y hablar alto y claro.
Si enhorabuena por tu blog y por tu entrada desde Asturias estoy de acuerdo contigo en que debemos demostrar nuestra indignación y dejar de lado ese MIEDO que nos domina y no hace mas que permitir que "el que calla otorga,no siendo así ,simplemente no dice nada", por eso apoyo tu petición de salir a la calle de forma pacifica y hacernos oír,basta ya ! , y corred malditos,corred!, un saludo y esperar leerte mas con nuevas entradas un saludo cordial para ti y gracias, Prikopi.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos/as por los comentarios a esta primera entrada (y por los ánimos). La "minoría ruidosa" es, pese al miedo y la manipulación, ya enorme...¡y contagiosa! (espero). Saludos
ResponderEliminarFuerza, Fátima, y que sigan tus aportes, ya marqué tu blog en "favoritos"
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