Sé que alguien puede cuestionar que una persona como yo, que reside fuera de España y no se va a ver en la tesitura de tener qué decidir el próximo 14 de noviembre si acudir a trabajar o secundar la huelga, tenga legitimidad para hacer un llamamiento al paro general. Que mi posición es muy cómoda, que lo veo de lejos, que a mí nadie me va a descontar ese día de salario (entre otras cosas porque el país en el que vivo, como de costumbre, no se suma a esta huelga europea). Lo sé y lo asumo.
Pero estoy convencida de que no sólo puedo sino que debo defender lo importante de hacer de la huelga general del 14 de noviembre una movilización social masiva contra los recortes, contra el desmantelamiento del estado de bienestar, contra la conculcación de derechos. Porque me importa y me duele mi país hasta la lágrima y la indignación diarias. Porque me siento corresponsable en la lucha por nuestros derechos (de ciudadanos españoles, europeos, de seres humanos). Y porque me indigna que muchos de los que aún viviendo en España y sufriendo directamente los efectos perversos de los recortes y el envite despiadado de la crisis, no quieran ver la dimensión real de la tragedia y prefieran volver la cabeza y no implicarse.
Pero no puedo escribir nada para explicar la importancia de esta huelga porque alguien, Isaac Rosa, ya lo ha hecho en su blog de eldiario.es. Y si yo ahora quisiese plasmar lo que pienso, sólo me saldría un mal plagio de lo que ya ha escrito Isaac.
Aquí os lo dejo:
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